Ahora vamos a conocer uno de los relatos que nos ha enviado recientemente. Las ilustraciones también son suyas, lo que muestra que además de ser una buena escritora también domina el arte del dibujo y la pintura ¡Qué disfrutéis con la lectura!
EL MUCHACHO QUE CREYÓ EN SÍ MISMO Y EN LOS DEMÁS
Érase una vez en un lejano reino un muchado que desde su
nacimiento aprendió a crear y a seguir a su corazón. Él fue
consciente desde el principio de su papel de creador.
Esto le procuraba una existencia pacífica y auténtica
donde el esplendor de su ser se manifestaba de forma
natural y espontánea en todo momento. Por esta razón,
el muchacho se sentía bendecido en cada minuto del
ahora y podía percibir claramente el milagro latente en
todo lo que veía.
nacimiento aprendió a crear y a seguir a su corazón. Él fue
consciente desde el principio de su papel de creador.
Esto le procuraba una existencia pacífica y auténtica
donde el esplendor de su ser se manifestaba de forma
natural y espontánea en todo momento. Por esta razón,
el muchacho se sentía bendecido en cada minuto del
ahora y podía percibir claramente el milagro latente en
todo lo que veía.
Cada instante de quietud le proporcionaba una visión sagrada
de la vida y de profundo entendimiento y respeto por todo lo
que le rodeaba. Esta actitud de observación, interacción y
sensibilidad hacia su entorno le permitió graduarse y prestar
sus servicios en la edad adulta en una institución al servició
de los demás.
de la vida y de profundo entendimiento y respeto por todo lo
que le rodeaba. Esta actitud de observación, interacción y
sensibilidad hacia su entorno le permitió graduarse y prestar
sus servicios en la edad adulta en una institución al servició
de los demás.
Las paredes del edificio donde trabajaba eran acristaladas
por lo que la luz se filtraba a través de los cristales,
volviéndolo todo calmo y transparente o del colorido de
los rayos de la luz del sol los cuales se dejaban
caer sobre las escaleras blancas para transformarlas
en un hermoso arco iris de colores cósmicos sobre el
que las hadas, elfos, duendes y gnmos derramaban sus
dones y bendiciones.
por lo que la luz se filtraba a través de los cristales,
volviéndolo todo calmo y transparente o del colorido de
los rayos de la luz del sol los cuales se dejaban
caer sobre las escaleras blancas para transformarlas
en un hermoso arco iris de colores cósmicos sobre el
que las hadas, elfos, duendes y gnmos derramaban sus
dones y bendiciones.
En ese edificio todos recibían de forma sutil la magia
del reino de las hadas por lo que la creatividad y la
expresión del alma y del corazón eran la nota que
componía la melodía del día a día.
del reino de las hadas por lo que la creatividad y la
expresión del alma y del corazón eran la nota que
componía la melodía del día a día.
Las nubes se dejaban caer mansamente sobre los cristales
de ese edificio tan elevado, limpio y puro que parecía
un templo donde la paz infinita hacía estallar la belleza
que todos llevamos dentro y que sale a relucir en el
cumplimiento de nuestra misión de vida.
de ese edificio tan elevado, limpio y puro que parecía
un templo donde la paz infinita hacía estallar la belleza
que todos llevamos dentro y que sale a relucir en el
cumplimiento de nuestra misión de vida.
El muchacho, ahora convertido en adulto, se sentía en
un estado de completa serenidad y liviandad, cuando
seguía adelante con su propósito lo cual, a su vez, le
proporcionaba el coraje, la claridad, la sensatez, la
determinación y la paciencia necesaria para seguir
llevándolo a cabo. Ese adulto todavía sentía su espíritu
de muchacho danzando con la lluvia y jugando con
la brisa. Con el paso de los años no se sentía
apesadumbrado o pesado, al contrario, se mostraba
cada día más agradecido y seguro de sí mismo.
un estado de completa serenidad y liviandad, cuando
seguía adelante con su propósito lo cual, a su vez, le
proporcionaba el coraje, la claridad, la sensatez, la
determinación y la paciencia necesaria para seguir
llevándolo a cabo. Ese adulto todavía sentía su espíritu
de muchacho danzando con la lluvia y jugando con
la brisa. Con el paso de los años no se sentía
apesadumbrado o pesado, al contrario, se mostraba
cada día más agradecido y seguro de sí mismo.
Sin pretenderlo, pues el ahora adulto era desapegado pero comprometido con la escucha y la expresión de su corazón libre, había conseguido crear un aura de arte y de habla del alma alrededor del edificio acristalado y luminoso que llegó a oídos del soberano de dicho reino. Por este motivo, el rey visitó al que había sido un muchacho sincero y abierto para felicitarle por haber permitido y facilitado que muchos desnudaran sus dones, talentos y virtudes a través del arte del corazón. Él había dejado ser sin juicios, libre de condicionamientos pero enraizado en el amor incondicional que nada exige y que se alza en los cimientos de nuestro edificio interior. Ese edificio emocional cálido y cristalino como el agua del río y que nos hace libres como chiquillos que corren tras los pájaros para aprender a abrir y batir sus propias alas en el vuelo del ahora, ese vuelo que no debemos permitir que se nos escape...
MUCHAS GRACIAS, Mª JESÚS POR TU APORTACIÓN
Para comenzar se agradece hacerlo con este montón de sensibilidad y paz interior, dos virtudes necesarias para este tiempo convulso que vivimos. Felicidades a María Jesús por serenar este comienzo de curso. Cordial saludo virtual.
ResponderEliminarGracias Julio !!! empezar con cuentos llenos de sensibilidad y belleza es un placer para TEJIENDO CUENTOS. Un abrazo
Eliminarde Begoña y Pilar.
Un precioso cuento de desarrollo vital.
ResponderEliminarBesos.
Bienvenida Marinel....empezams de nuevo en la brecha !!!!
Eliminarbesukis de colores de Begoña y Pilar
Buen día Maria Jesus tu cuento es un regalo de paz y serenidad ...con pensamientos de gran altura ...es de agradecerte que comencemos el nuevo curso con una dinámica
ResponderEliminartan llena del sentir interior a veces un poco olvidado ...Nos ponemos las pilas y a dar al blog lo mejor de nosotros mismos vale????? gracias mil, amiga de Begoña
Un cuento muy bonito que me hizo recordar a aquellos alumnos que en sus primeros años son excelentes creadores en el arte y en la palabra, pero que a medida que crecen se van condicionando por las influencias externas. Es nuestra tarea que eso no ocurra.
ResponderEliminarBesoss Pilar
Hola Norma !! tienes razon cuantos niños con dotes excelentes cambian por la influencia de diferentes causas, problemas de la familia...amigos inadecuados...Hay que ayudarles a potenciar la creatividad e interiorizarla como una fuerza y emplearla para transformar la sociedad, esta labor es tanto de la escuela como de la familia. Un mabrazo
EliminarBegoña y Pilar
Un cuento precioso. Enhorabuena a la autora. Un beso.
ResponderEliminarRecibido mensaje, Ana bienvenida a nuestro espacio. Un abrazo
ResponderEliminarde Begoña y Pilar
Gracias por publicarme mi cuento en tan maravilloso y creativo espacio. Compartir mis ilustraciones y mis letras con vosotras es un placer y también muchas gracias por vuestros elogios.
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