LOS GÉNEROS DE LA LITERATURA INFANTIL

La literatura infantil, al igual que la adulta, tiene también sus géneros. A cualquier edad puede gustar la poesía, la narrativa o el teatro. En cualquiera de estos géneros puede desatarse la magia. Por tanto, si hemos decidido ser escritores para niños y adentrarnos en su mundo infantil, tenemos que saber algunas cosillas sobre las características que deben tener éstas tres modalidades de escritura para que nuestros pequeños lectores queden atrapados sin remedio.

LA POESÍA

A los niños les encantan las repeticiones, los juegos de palabras, las rimas, las canciones, las exclamaciones...Si escribimos poesía no tengamos miedo en repetir, en ser reiterativos,  buscar palabras sonoras, rimbombantes,  pues eso atrae mucho a los niños, y viven como nuevas cada una de las repeticiones y sonidos. El niño es saltarín y juguetón, lo mismo que en plano físico que en el plano mental y para llegar hasta él es necesario ponerse a su altura y jugar.

EL CUENTO

Si lo que queremos es escribir algún cuento, entonces habrá que tener en cuenta que aquí todo es posible, cualquier personaje y cualquier situación, por muy irreal y fantástica que nos parezca desde nuestra mirada adulta.Los niños se identifican con los protagonistas y con todo lo que éstos viven y proyecta en ellos su propia historia  encontrando soluciones para lo que no entiende. Teniendo en cuenta ésto, el cuento puede ser una excelente herramienta para que el niño aprenda aquello que nos interesa. Para escribir cuentos hay que adentrarse en el mundo de la fantasía, de lo mágico y lo irreal. Conocer muy bien los juegos infantiles, el humor, y tener unas ansias muy grandes de dejar volar a la imaginación.

EL TEATRO

 Y si la poesía y el cuento son ideales para jugar, entretener y enseñar a los niños, no podemos dejarnos atrás, ni mucho menos, al teatro. Para mi el teatro es la literatura infantil hecha juego. El niño reinventa el teatro cada vez que juega a las casitas, los hospitales, los héroes...El niño disfruta de lo lindo viendo a los personajes llenos de color y fantasía moverse y cobrar vida. Les hace ser partícipes de la historia. Las comedias con un poco de tensión y que tengan un final feliz son las favoritas. Los personajes deben plantear problemas que sean cercanos al niño, de su vida cotidiana (  el colegio, los hermanos, los amigos...) o bien sacados de la imaginación ( la princesa rebelde, el monstruo tímido...). Procuremos siempre dar un aire nuevo a nuestros personajes y que no sean demasiado típicos para puedan sorprender al público.

Y hasta aquí nuestro brevísimo repaso por los géneros literarios infantiles, aunque también es bueno saber que las fronteras entre uno y otro no están definidas y que es conveniente traspasarlas, mezclando unas cosas con otras, y así encontrar un títere que canta canciones, una princesa que habla en verso, un poema escrito en forma de carta. Aquí si que entra de lleno  la fantasía, el ingenio y la magia del propio escritor.